El camino crítico de un proyecto
(CPM) es la ruta de trabajo que marca la duración del mismo, el conjunto de
actividades y sus prioridades para finalizar el proyecto. Se trata de un
algoritmo que calcula el orden y los plazos en la planificación de proyectos.
El CPM se refiere al Critical
Path Method o método del camino crítico.
Conocer
la ruta crítica es clave para todo Project
Manager, quien utiliza herramientas para conocer cuáles serán las
actividades o tareas que debe realizar su equipo para que nada se retrase y se
cumpla con los plazos estimados. Gracias al CPM, el director del proyecto
obtiene una estimación optimizada de la duración de sus proyectos.
Además,
cuando aplicamos el camino crítico en la planificación de proyectos estaremos
ayudando a nuestro equipo a trabajar de una manera más lógica. Si aprovechamos
todos los recursos y tenemos en cuenta gráficas de consumo que nos informen del
esfuerzo aplicado en cada actividad, planificaremos de una manera más eficiente
y próxima a la realidad.
Y
es que uno de los mayores errores de muchos Project
Managers es que su planificación no corresponde, en muchos casos,
con la realidad de situaciones de riesgos e incertidumbres.
El
camino crítico nació en 1957 en un centro de investigación estadounidense, que
trabajaba para minimizar costes a través de la optimización de procesos y la
planificación eficaz de proyectos. Y es que de estos se trata el CPM, de
conseguir la ruta crítica o el flujo de trabajo imprescindible para que todo el
proceso aproveche cada recurso.
Para
calcular el camino crítico existen varias metodologías y técnicas, entre las
que destacan los métodos PERT y CPM que, combinados con una gráfica de Gantt,
podremos visualizar fácilmente el flujo de trabajo óptimo del proyecto.
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