Más allá de que nos gusten o no los caninos, cuando los que
rondan la casa no son los nuestros, todo cambia. Te contamos cómo alejar a los
perros del jardín de tu casa pero por supuesto, sin ocasionarles daño.
Cómo repeler perros
que ronden tu huerta o jardín
1.
Pimienta
Los
perros tienen muy desarrollado el sentido del olfato, por eso comprar una
especie que contenga pimienta tipo chili puede ser la solución gracias a la
sustancia capsaicina; no es tóxico para el perro, pero si es verdad que le
irritará la nariz, la garganta y los ojos. Puedes esparcirla en las zonas que
desees para ahuyentar a los perros o bien preparar una solución de agua con
pimienta chili para utilizarla con un rociador. Debes tener precaución si hay
niños en la casa.
2.
Cítricos
La
mayoría de los perros detestan los olores cítricos, en especial si se
encuentran concentrados. Por lo tanto, olores como el del limón, la naranja o
las limas los harán desaparecer en segundos.
Afortunadamente
para ti, a la mayoría de personas les gustan estos olores porque los relacionan
con cosas frescas. Así, no será un problema para ti rociar con extracto los
muebles de los que quieres que se aleje tu perro, o dejar unas cáscaras de
naranja o limón en las materas para evitar que tu can las dañe.
Lo
mejor de esta estrategia es que a pesar de ser un buen “repelente de perros”,
este rociado cítrico es completamente inofensivo para él.
Algo
que puedes hacer es extraer un poco de zumo de limón y mezclarlo con un poco de
agua. De esta manera, podrás usarlo como un spray que puedes rociar en casi
cualquier parte y funcionará como un repelente temporal.
Ten
en cuenta que los cítricos pueden afectar a algunas plantas o manchar la tela
si se expone al sol, de modo que asesórate bien antes de usarlo sobre un objeto
o superficie.
Vale
aclarar que el gusto puede educarse, y si acostumbras a tu perro a oler o
consumir cítricos lo más probable es que deje de molestarle.
3.
Vinagre
Lamentablemente
el olor del vinagre no es agradable para los humanos tampoco, es la desventaja
que puede tener ya que es efectivo para alejar a los perros; de todos modos,
puedes embeber motas de algodón o paños en vinagre y situarlos en las zonas que
desees. Ten cuidado con las plantas, ya que el vinagre podría quemarlas.
4.
Cebolla
Seguro
que ya sabías que la cebolla es un alimento no apto para perros, ellos también
lo saben y por ello evitan comerla. Si pones cebolla en la zona donde no
quieras que estén, ellos van a detectar el olor de la misma, el cual han
asociado a cosas desagradables(anclaje). También puedes probar a poner cebollas
enteras en ristras cerca de la zona, así colgadas.
5.
Botellas
de agua
Otro
truco, sencillo y económico, es el de colocar botellas de agua, siempre
transparentes, alrededor del jardín. No es un truco muy vistoso o decorativo,
pero es eficaz. La razón, he logrado averiguar, es que los animales se ven
reflejados en la botella y el agua, distorsionados y con esa forma rara que
logra la forma de la botella, y se asustan, alejándolos del lugar. Puede ser
que, si tu mascota es muy inteligente, pronto se dé cuenta de que hay truco y
acabe por hacerse el valiente y hacer caso omiso de la botella.
6.
Chile
en polvo
El
chile, en especial aquel que es muy picante, tiene un componente que es
irritante para la nariz de los perros. Por este motivo, procuran evitar todos los
objetos que les huelan a chile.
El
chile en polvo es muy bueno para ser usado en zonas donde no quieres que tu
perro ingrese, pero lo mejor es depositarlo en sitios que no estén a su
alcance, para evitar que este ingrese a su nariz, boca u ojos.
Ten
en mente que una vez has manipulado chile debes lavarte muy bien las manos,
pues cualquier contacto con una mucosa, ya sea tuya o de tu perro, puede
generarles irritación.
Por
último, no importa lo que te digan, incluso si está disuelto en agua, nunca
rocíes directamente a tu perro con este producto, puedes causarle una
experiencia innecesariamente dolorosa.
7.
Alcohol
A
la mayoría de perros no les gusta el olor del alcohol, al parecer debido a que
su olor es demasiado fuerte.
No
se recomienda usar directamente el alcohol sobre las superficies (ni qué decir
de tu mascota). Lo que puedes hacer es untar bolitas de algodón y colocarlas en
los lugares que quieres que tu perro evite, eso sí, lejos de su alcance o del
de tus hijos.
8.
Alcanfor
También
conocido como “alcanforero” su nombre científico es Laurus camphora y es un
árbol originario de la isla de Borneo, en el continente asiático. Su uso se ha
difundido a toda Europa y desde hace siglos se utiliza para tratar enfermedades
y hasta para controlar los malos olores.
El
alcanfor es una sustancia cristalina con un leve color blanquecino que se usa
como insecticida, antiséptico y aromatizante. Seguramente conoces el aroma al
alcanfor, porque es bastante distintivo y fresco. Se puede conseguir en
diferentes presentaciones.
Consigue
pastillas de alcanfor, tritúralas y espárcelas en el área donde no quieras que
tus mascotas se acerquen, el olor tan fuerte y penetrante las alejará, recuerda
revisar que aún haya en tu huerto, si no es así aplica más.
9.
Esmalte
de uñas
Aunque
para muchas personas el olor que desprenden las lacas de uñas pueda resultar
agradable, los perros lo detestan. Al estar formadas por un número tan elevado
de compuestos químicos, entre los que destacan el formaldehído, la
nitrocelulosa, alcohol isopropílico (recuerda que también odian este olor) y el
acetato, la fragancia que producen los esmaltes es realmente desagradable para
los canes, produciendo toda una serie de estornudos y picor en la nariz.
Por
otro lado, los llamados quitaesmaltes, productos fabricados para la eliminación
de las lacas de uñas, también forman parte de la lista de olores que odian los
perros por sus compuestos químicos, siendo la acetona el más molesto para
ellos. De esta forma, recomendamos optar por quitaesmaltes sin acetona y
aplicar todos estos productos cosméticos alejados de los canes.
10. Cloro, amoniaco y otros productos
de limpieza
Nos
encantan los productos de limpieza con olores frescos, intensos y perfumados, y
los compramos olvidándonos de que nuestros perros los detestan. Tanto el cloro
como el amoniaco son productos que no solo desprenden fuertes olores que odian
los perros, sino que también resultan altamente nocivos para ellos. Inhalarlos
de forma directa puede producir irritación en las vías respiratorias y esófago.
Además, el amoniaco produce un aroma muy similar al desprendido por la orina
para los canes, por lo que pueden relacionarlo con la presencia de otro animal
en el hogar y mantenerse en posición de alerta.
Aunque
los productos mencionados son los más molestos para los perros, todos los
productos de limpieza con olores fuertes, como la lejía, resultan olores
realmente desagradables para ellos. Así mismo, recuerda que detestan los aromas
cítricos, por lo que todos los productos con dichas fragancias producirán
rechazo en tu peludo compañero. Intenta limpiar el hogar mientras otro miembro
de la familia saca a pasear al perro para evitar convertir esta tarea en una
experiencia desagradable para él.
11. Bolas de naftalina
En cuanto a las bolas de
naftalina, si bien son una alternativa, a nivel personal no las consideraría
debido a que son toxicas, el perro podría comerlas y envenenarse.
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