Crioconservación de plantas





A lo largo de la historia se han cultivado alrededor de 7000 especies de plantas para el consumo humano. La interacción entre el hombre y el ambiente ha resultado en el desarrollo de un inmenso número de variedades adaptadas a diferentes ecosistemas, las que han constituido la base de la alimentación humana. Hoy, cerca de 30 cultivos proveen el 95 % de la energía que se adquiere de los alimentos. 
La población mundial se nutre  básicamente de arroz, trigo, maíz y papa, que dan cuenta del 60 % de la dieta alimentaria. Es de crucial importancia, por lo tanto, mantener una elevada diversidad genética de esos cultivos, para afrontar el creciente estrés ambiental y brindar a los agricultores e investigadores más oportunidades de mejorarlos y hacerlos tolerantes a condiciones desfavorables como la sequía, la salinidad, las inundaciones, el deterioro en la calidad de los suelos y las temperaturas extremas. 
En este contexto, también resulta de gran relevancia la conservación de especies silvestres afines, porque son una fuente importante de genes para incrementar la producción agrícola y mantener la sustentabilidad de los agroecosistemas. Los recursos genéticos, que determinan las características de las plantas y, por ende, su capacidad para adaptarse y sobrevivir, no son únicamente la base biológica de la seguridad alimentaria del mundo, sino que también tienen un enorme potencial para contribuir a hacer frente a muchos de los problemas actuales y futuros. 
Asimismo, el ser humano ha utilizado esa riqueza natural para la alimentación animal, la generación de energía y la obtención de fibras con fines textiles. Por consiguiente, la conservación y el uso sustentable de los recursos genéticos constituyen imperiosas necesidades para asegurar la producción agroindustrial, enfrentar los retos ambientales y garantizar la propia existencia de la humanidad. Se considera que en 2010 ya había en el mundo 925 millones de personas que padecían de hambruna, y se estima que la población mundial seguirá aumentando hasta llegar a nueve billones de personas en el año 2050. 
La ausencia de un vínculo adecuado entre la conservación y el uso de los recursos también podría ser una grave amenaza para la seguridad alimentaria del planeta.   Por otra parte, la pérdida de los recursos genéticos vegetales hace que en las plantas se deterioren sus capacidades para adaptarse a las condiciones cambiantes y adversas, por lo que los mejoradores vegetales tendrán menos opciones para combatir el ataque de plagas y enfermedades y superar las afectaciones del cambio climático en las plantas. Se estima que a finales de este siglo podría haberse extinguido aproximadamente el 25 % de las especies vegetales conocidas. La erosión genética es otro problema que está ocurriendo a una velocidad alarmante a nivel mundial. 
Se ha reportado que de 1988 a 2000 se perdió del 25 % al 35 % de la diversidad genética de las plantas y, al parecer, actualmente todas las especies vegetales están sufriendo sensibles pérdidas de sus recursos genéticos. Un hecho de particular importancia para América Latina y el Caribe (ALC) es que  en esta región se localizan nueve de los 34 países identificados a nivel mundial como megadiversos. Además, es el centro de origen de numerosas especies cultivadas y posee altos índices de plantas endémicas —plantas que no se encuentran en otra parte del mundo—. 

Sin embargo, ALC es una de las regiones del planeta donde las especies están más amenazadas, por lo que urge promover una cultura de conservación  de la riqueza biológica vegetal y de asimilación de tecnologías que contribuyan a resguardar dicha riqueza de una manera segura. La conservación de los recursos genéticos de las plantas se apoya en el uso  complementario de estrategias in situ y ex situ. Hoy en el mundo existen numerosos bancos de germoplasma y jardines botánicos en que 7.4 millones de accesiones se conservan ex situ, la mayoría de las cuales son de cultivos de uso alimentario, como cereales y leguminosas. 

Las plantas que producen semillas ortodoxas pueden ser almacenadas a largo plazo con bajos contenidos de humedad y a bajas temperaturas en los denominados “bancos de semillas”. Sin embargo, no todas las especies pueden ser conservadas de esa manera, dado que algunas son de propagación vegetativa y otras producen semillas con un comportamiento no ortodoxo, por lo que no toleran las condiciones de almacenamiento de los bancos. 

Esto ha resultado en la existencia de grandes brechas en la cobertura taxonómica y geográfica de muchas colecciones ex situ, fundamentalmente de especies silvestres y géneros afines de ALC, que pertenecen a la categoría de plantas con mayores complejidades. El establecimiento de los bancos de germoplasma en el campo y el desarrollo de nuevas tecnologías de conservación in vitro, específicamente la crioconservación, han incentivado a la comunidad internacional a brindar mayor atención a la conservación de los recursos genéticos y a aportar nuevas soluciones. 

Las técnicas criogénicas, que se fundamentan en el almacenamiento de material biológico preferiblemente a la temperatura del nitrógeno líquido (-196 °C), permiten conservar ese material sin alteraciones a largo plazo y de una forma segura y efectiva en cuanto a costos. Hoy existen novedosos protocolos de crioconservación cuyo uso se ha extendido con éxito a una gran diversidad de especies vegetales y que contribuyen, cada vez más, al uso rutinario de esa técnica para la conservación de germoplasma en bancos de genes. 

Este libro brinda información actualizada sobre el estado de la crioconservación vegetal en ALC. Los 14 capítulos que lo integran tienen la finalidad no solo de transmitir conocimientos sobre los avances logrados en ese campo por especialistas de nueve países de dicha región, sino también de fortalecer la comunicación entre científicos, agricultores y curadores, con el fin de que continúen avanzando, junto a los organismos internacionales que actúan en ALC, en la conservación a largo plazo de su patrimonio natural y cultural para el beneficio del presente y el futuro de la humanidad.


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